Monstruoso. Y bello. Con una rápida mirada ya te enamoras y al mismo tiempo, lo temes.
¿Que se podria esperar de un coche de 2,18 metros de batalla con un motor de Ferrari Dino V6 en el eje trasero que reacciona al acelerador como solo los motores atmosfericos con carburadores Weber lo hacen?
Al estar cerca de este coche es como si tuviera que domar a un doberman muy nervioso que esta a punto de saltar. Y esque igual que con los perros, lo principal es no mostrarle miedo al Lancia… porque lo huele.
Siempre que pienso en Stratos se me viene a la cabeza un nombre: Sandro Munari. Nadie se adapto tan bien a este coche como el nervioso italiano. Nadie lo hizo mejor, ni el sueco Björn Waldegard, ni el finlandés Markku Allén (que aunque hizo la temporada del 78 con un Fiat 131 Abarth, corrio una carrera con este coche en San Remo y ganó). Munari no era precisamente un don nadie cuando se cruzó con el Stratos. Ya había ganado en Montecarlo en el 72 con un Lancia Fulvia y la Targa Florio ese mismo año al volante de un Ferrari 312 PB junto a Arturo Merzario. Todo ello le curtió y le templo los nervios. Y ese es precisamente el tipo de piloto que necesitaba el Lancia Stratos HF. Alguien con arrojo. Y manos.
Un poco de historia:
Bertone presentó en otoño de 1970 el Stratos Zero en el Salon de Turín. Aún no tengo claro lo que tiene en común esta carrocería y el Stratos de después.
El motor seguramente no, ya que en lugar de la mecanica V4 del Fulvia HF optaron por el V6 del Dino. Para el chasis optaron por un monocasco con subchasis para el motor y la suspension trasera. Fue fabricado en Marchesi, donde tambien se monto el chasis del M1. En 1974 ya estaba listo para ganar rallyes con Sandro Munari y despues por Björn Waldegard. Entre 1974 y 1976 Lancia ganó 3 veces el titulo de Constructores. El modelo de referencia, el Grupo 4:
Hasta 1981 el Stratos se mantuvo en el podio. Según Lancia, se hicieron 498 unidades.
Hasta aqui la 1ª parte.
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